sábado, 23 de febrero de 2008

Buena Noticia: Menos Comida Basura para los Chicos Europeos

Burger King restringe su publicidad para niños en la Unión Europea

Como parte del compromiso de la UE de "ofrecer y promocionar opciones saludables para niños y adultos", sólo los productos que cumplan las estrictas directrices de nutrición aparecerán en su publicidad dirigida a los niños menores de 12 años.

Estas directrices especifican los criterios para elaborar el menú de un niño (consistente en un primer plato, plato adicional y bebida).- que incluyen:

  • No más de 560 calorías por comida
  • Menos del 30% de calorías procedentes de la grasa
  • Menos del 10% de calorías provenientes de grasas saturadas
  • Sin grasas transgénicas
  • No más del 10% de calorías procedentes de azúcares añadidos
  • No más de 1,67 gr de sal o 660 mg de sodio
  • Sin colorantes ni condimentos artificiales

Este compromiso voluntario está en línea con el compromiso de la UE titulado "Cambiaremos nuestra publicidad alimentaria para niños", que fue firmado por Burger King y otras 10 compañías en noviembre de 2007.

Esta es la primera de una serie de medidas que Burger King desarrollará y publicará bajo el lema "Have it Your Way(R) - Food You Can Trust". "Forma parte de nuestro compromiso de ayudar a los niños a comer y vivir mejor ofreciéndoles dietas equilibradas, y estilos de vida activos, además de hacer de la alimentación algo divertido," dijo Peter Robinson, director general de Burger King EMEA (Europa, Oriente Medio y Africa).

Acerca de Burger King Corporation

El sistema BURGER KING(R) opera en más de 11.300 restaurantes en los 50 Estados y en más de 69 países de todo el mundo y territorios de Estados Unidos. Aproximadamente el 90% de los restaurantes BURGER KING(R) se encuentran en propiedad y bajo la gestión de franquiciados independientes, muchos de ellos son familias que llevan décadas en el negocio. Si desea saber más acerca de Burger King Corporation, visite la página web de la compañía en http://www.bk.com. En octubre de 2007 BKC se unió a la Iniciativa de publicidad de alimentos y bebidas para niños del Consejo de la Oficina de Eticas Empresariales (Council of Better Business Bureaux), que coincide con el compromiso de la UE.

Acerca del compromiso de la UE - "Cambiaremos nuestra publicidad alimentaria para niños"

El compromiso de la UE consiste en involucrarse en el cambio del equilibrio en la publicidad de alimentos y bebidas (en canales nacionales de TV, Internet y medios impresos) dentro de la Unión Europea para el grupo de consumidores menores de 12 años, que supone como mínimo el 50%. Los signatarios han llevado a cabo o están implementando en este momento medidas específicas para cada compañía que deberán estar aplicadas para finales de 2008 - los detalles se publicarán en la página web del Compromiso de la UE (http://www.eu-pledge.eu). Las compañías participantes son Burger King, Coca-Cola, Ferrero, General Mills, Kellogg, Kraft, Mars, Nestlé, PepsiCo, y Unilever, y sus compromisos voluntarios han sido concebidos como parte de su asociación dentro de la plataforma de acción sobre alimentación, actividad física y salud de la UE.

Acerca del compromiso de Burger King "HAVE IT YOUR WAY(R) - FOOD YOU CAN TRUST"

Burger King ha desarrollado una estrategia de aproximación a la salud y el bienestar basándose en el lema HAVE IT YOUR WAY(R) FOOD YOU CAN TRUST ("Tómalo como tu quieras, puedes confiar en nuestros alimentos"). Se compone de tres pilares: productos innovadores, adaptación de los menús e información al consumidor. El consumidor puede elegir su menú y adaptar los productos individuales a la hora de pedir, atendiendo a sus gustos personales, sus preferencias y su estilo de vida. Puede encontrar información nutricional detallada en la página web de la compañía http://www.bk.com

martes, 19 de febrero de 2008

Unicef busca educar un millón de chicos

Un millón de niños de África, Europa Oriental, el sur de Asia y Medio Oriente se beneficiarán con programas educacionales, gracias al apoyo de organizaciones del Golfo Arábico y UNICEF, se informó hoy.

Un comunicado del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dice que esos planes educacionales están comprendidos en una asociación suscrita hoy con Dubai Cares, una organización creada en septiembre pasado.

Su directora ejecutiva, Ann Veneman, dijo que con la asistencia de ese organismo, esta agencia de la ONU ampliará su respaldo a programas educacionales que contribuyan al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Esas metas, aprobadas por la Cumbre de la ONU de 2000, prevén reducir la pobreza, el hambre, las enfermedades y el analfabetismo en 2015.

Según estadísticas del Fondo, unos 93 millones de niños en edad escolar de nivel primario no asisten a clases en el mundo y la mayoría radica en África Subsahariana (14 millones), sur de Asia (31,5 millones) y el Medio Oriente (6,9 millones).

El comunicado precisa que Dubai Care ayudará a la preparación y financiamiento de variados programas de educación primaria en países subdesarrollados, mientras UNICEF se encargará de la edificación de escuelas y la rehabilitación de otras.

También contribuirá con mejorar la calidad de la educación y el logro de la igualdad de género.

domingo, 10 de febrero de 2008

Los chicos disfrutan de obras de grandes maestros


Una nena pregunta sorprendida al ver un autorretrato dislocado de Emilio Pettoruti, "¿ese pintor era así?". Cuando todos los presentes moderan la inevitable risa, la guía explica que Pettoruti se pintó como si estuviera "ante un espejo roto", porque esa era la forma que había elegido para ver el mundo. Alrededor de veinte chicos escuchan con atención a la guía. De verdad, con mucha atención. Está terminando una de las visitas guiadas para niños que -con el título "Descubrí los objetos escondidos en las obras"- son organizadas por el departamento educativo del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) durante el mes de febrero. Estas visitas guiadas fueron diseñadas como un paseo lúdico, para que los chicos de entre seis y doce años de edad se acerquen a las obras de artistas argentinos.

Para los chicos, las instrucciones a seguir son sencillas. Cada niño debe elegir un cartoncito de un determinado color, según su edad. Al darlo vuelta, leerá frases como "Arriba de la mesa se escribe una historia", "El perro rompió el diario de mi tío", o la sugestiva "Tengo un bote azul y oro". Con esa información, el niño deberá buscar en dos salas del museo algún cuadro o escultura que pueda asociar a esas palabras. Cuando lo encuentra, tiene que colocar el cartoncito en el piso, frente a la obra. Todo toma la dinámica de un juego a las escondidas, pero sin corridas ni gritos. Los chicos saben que están en un lugar donde no se puede tocar nada, pero sí se permite mirar. Y de eso se trata. Algunos se tienen que poner en puntas de pie para ver mejor, otros consultan a sus padres o abuelos, otros eligen una obra y luego otra.

Patricia Corsani, la guía del MNBA, anuncia que terminó el tiempo y todos se sientan en semicírculo donde ella indica que es justo frente al impresionante "Elevadores a pleno sol" de Benito Quinquela Martín. Empieza por ahí porque es donde hay más cartones. Corsani los lee uno por uno, busca a sus respectivos dueños y les pregunta por qué la frase les sugirió esa imagen. Por ejemplo, una tarjeta dice "en este barrio algo misterioso puede suceder" y la nena de nueve años que puso esa frase ahí explica que eligió ese cuadro porque los trabajadores del puerto que aparecen "no tienen protección si se caen al agua". Estamos en la sala dedicada a los pintores de la Boca y los chicos explorarán a Víctor Cúnsolo, Eugenio Daneri, Onofrio Pacenza, Fortunato Lacámera o a Miguel Carlos Victorica, entre otros artistas.

También entra en el juego de observación la sala contigua -llamada "La llegada de lo nuevo"- que incluye a la generación que se acercó a la vanguardia, con Pablo Curatella Manes, Sesostris Vitullo, Antonio Sibellino y Emilio Pettoruti. A partir de un juego, los guías aprovechan para explicar a los chicos algunas nociones -perspectiva, pincelada y matiz- o la diferencia entre cuadro y escultura -"el cuadro es como aplastado y las esculturas son gordas", aventura una nena- para hacerlos contrastar estilos y temas. Y en definitiva, para ayudarlos a mirar con su plena participación. "Cuando dejás que se expresen, todos los chicos se integran a la actividad -cuenta Corsani- es muy interesante, porque nosotros escribimos las frases pensando en una obra en especial, pero nunca podemos prever qué mensaje le va a llegar desde el cuadro al chico".

En efecto, la frase "seguro que se le rompió el espejo", que correspondía al autorretrato de Pettoruti, terminó en un cuadro de Quinquela Martín, por la movilidad que un chico detectó en el agua, profusamente pintada. La frase "si pudiera ayudarla", que podía corresponder al cuadro "La pérdida del hijo" de Eugenio Daneri, terminó en la premiada "Cocina bohemia" de Victorica, porque para Dante -un chico de 11 años- "toda la comida que aparece en la mesa puede ayudar a la gente que no tiene".

La elección de las salas no es azarosa. "Nos parece importante que los chicos perciban el contraste de lo que hacen los artistas de la Boca y lo que hacen los artistas que empiezan a renovar el arte en el país. Acá se ven muy claramente las dos direcciones que tomaron la pintura y la escultura", explica Corsani. Pero, sobre todo, al MNBA le interesa que los chicos se acerquen al arte argentino desde una mirada personal, cercana y sin solemnidades: "Quinquela siempre tiene un atractivo muy grande para los chicos, por los colores intensos, la imagen simple, incluso por el tamaño de los cuadros". La actividad, además, busca un sentido más profundo que el simple entretenimiento: "al motivar a los chicos para que expliquen espontáneamente lo que ven en cada cuadro, queremos acercarles la idea de que el artista también fue libre y pintó como quiso. Estas dos salas se alejan de la academia o el naturalismo, y por eso dan más pie para desarrollar la idea de libertad en el arte".

Buscan frenar la "Lucha Libre" entre los chicos

El churro, las guerras de piedras... Los juegos infantiles peligrosos o violentos han existido desde el origen de los tiempos y siempre han causado más de un quebradero de cabeza a padres y maestros. Ahora le toca el turno a las peleas de pressing catch, una moda que cuenta con una reputación mucho más negativa que las anteriores. ¿Por qué motivo? Especialistas en el desarrollo infantil consultados por este diario consideran que las imitaciones que muchos niños hacen de los combates de lucha libre que ven por la tele no son más que el reflejo de algunos males de esta sociedad: falta de educación en valores, exacerbación de las actitudes violentas y unos roles infantiles más marcados por los medios de comunicación que por la comunicación con los padres.

Josep Cornellà, psiquiatra infantil y expresidente de la Sociedad Española de Medicina del Adolescente, admite que los juegos violentos siempre han atraído a los menores, pero matiza que gran parte de la agresividad innata de la especie humana se puede canalizar a través de la palabra. Lo que pasa en el caso de los niños es que muchos padres han caído en una paradoja: "Las familias han aumentado el nivel de sobreprotección sobre los hijos, pero a la vez han delegado las funciones educativas en la escuela y cada día es más difícil poder entablar una conversación en casa" sobre lo que preocupa o lo que interesa a los menores.

MODELOS DAÑINOS
Es decir, se habla poco con los hijos y, a la mínima, para que no moleste, se planta al chaval frente al televisor o la videoconsola, unos tótems desde los que en numerosas ocasiones se proyectan modelos de vida nada saludables. "No es cosa solo de ese programa de lucha libre --asegura Jordi Ferré, médico especializado en el desarrollo infantil--. Puedes cambiar de canal y te encuentras con una película en la que el protagonista mata a más de 300 personas; acordémonos si no de Rambo, que llegó a convertirse en el héroe de miles de jóvenes y no tan jóvenes".
En todo caso, insisten los expertos, no todo lo malo se engendra desde la televisión, ni mucho menos. "Estamos ante un problema que afecta a todos los ámbitos sociales, donde la violencia prima por encima de muchos otros aspectos; basta con ver algunas decisiones políticas", continúa Ferré.

CADENA DE TRANSMISIÓN
Además, las posibilidades que tienen los niños de acceder a este tipo de comportamientos (e incluso de llevarlos a cabo y exhibirlos) se han multiplicado gracias a la era de las telecomunicaciones. La realidad prácticamente virtual de algunos videojuegos (como rings en los que practicar); las múltiples funciones de los teléfonos móviles (como medios de grabación de sus fechorías de carne y hueso) y la fuerza de internet (con YouTube y Google Vídeos de principales plataformas de lanzamiento) son una cadena de transmisión perfecta de este tipo de actitudes si no hay ningún adulto al lado que sepa encauzar sus enormes ventajas.
El poco tiempo que muchos padres dedican a los hijos condiciona las pautas de comportamiento ante las videoconsolas y la televisión, actividades a las que los niños se entregan como si se tratara de entretenimientos para practicar en solitario. "Los niños se ponen delante de la pantalla completamente solos --comenta Ferran Ruiz, profesor de Pedagogía de la Universitat de Barcelona--, y si no hay un adulto que les ayude a contextualizar y descodificar algunos mensajes, es muy difícil que sepan discernir entre lo positivo y lo negativo".

Para que los menores tengan entonces unos claros referentes es necesario que los padres les enseñen a ver la tele, a interpretarla y ser críticos con ella, coinciden los expertos consultados.

"De esta manera, seguro que muchos chavales acaban desmitificando a esos luchadores que son actualmente sus mitos", añade el doctor Ferré, quien considera además que las decisiones educativas han ido también mal encaminadas durante años. Palabras como "ética" y "disciplina" han sido consideradas como un tabú o no han sido bien empleadas, y eso ha motivado "que se haya alejado a los pequeños de la casa del contacto con la realidad", afirma.

Eso sí, "que nadie piense ahora que los niños de hoy en día son más malos que los de antes", remacha el profesor Ruiz.